Música

martes, 29 de octubre de 2013

¿Justicia? Meh...

Ese término tan usado y explotado, tan cruelmente distribuido. Justicia. ¿Qué es la justicia? Una máscara, un disfraz. Una fachada que esconde tras de sí su verdadero significado. Un motivo más que muestra la hipocresía humana.
Un hombre viola y mata a una joven muchacha en un oscuro callejón. Es apresado, pero liberado por falta de pruebas. ¿Qué dicen los familiares de la víctima? Queremos justicia.
Un corrupto dictador suprime libertades y ejecuta inocentes por culpa de unos ideales primitivos y ridículos que escapan de toda lógica. Hay gente alrededor del mundo escandalizada. Y salen a la calle. ¿Qué gritan? Queremos justicia.
Un político estafa millones mientras su país sufre los azotes del ahorro y de la pobreza, mientras muchos ciudadanos son echados de sus casas sin razón alguna. ¿Qué pide la gente? Queremos justicia.
JUSTICIA, JA. No queréis justicia. Queréis VENGANZA. Una palabra dura y fría, un término cruel que, por alguna razón, refleja falta de humanidad.
¿Falta de humanidad? ¿Quién ha decidido eso?
Justicia es una palabra que disfraza la venganza. Una venganza que todos añoráis en algún punto de vuestras vidas, un sentimiento que deseáis saciar y aliviar, un ojo por ojo, diente por diente. Algo que tenéis miedo de reflejar por ser llamados crueles o sádicos.
No queréis justicia. Queréis un castigo. Algo que muestre que las malas acciones tienen peores consecuencias. Pues no es la moral lo que sostiene a los rastreros villanos, es el miedo.
Seguís diciendo en voz alta que los criminales están encerrados para ser rehabilitados, cuando en vuestro interior se crea algo distinto, algo que teméis que sea reflejado. Queréis que sufra lo que ha hecho, que vea lo que se siente al maltratar, al matar, al violar, al robar. Queréis venganza y os excusáis en que lo que pedís es justicia.
Hipócritas, no ocultéis lo que sentís. No hay que rebajarse a su nivel, respondéis, y sin embargo deseáis que alguien acabe rebajándose, que alguien los someta del modo en que os sometían ellos. Queréis que los villanos tengan el mismo miedo que os han provocado...
Los malos merecen un castigo.
Y, en vuestro interior, sabéis que esta frase es cierta...

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