Música

miércoles, 22 de abril de 2015

Feliz Día del Libro

Palabra por palabra me dibujas escenas de ensueño o pesadilla. Me describes unas tierras en las que gustosamente me pierdo a cada renglón leído. Me presentas personas curiosas y singulares, enigmáticas bellezas, agudos intelectuales, valientes guerreros o astutos villanos.
Me abrazas con tus ideas y me arropas con tus fantasías. Mi rostro, un lienzo en blanco con el que entro de lleno en tu obra, en el que dibujas sonrisas o muecas con frases mágicas que me regalas de forma gustosa.
Soy un esclavo, un siervo del contrato silencioso en el que tu creación se ha convertido. Mi deber, seguir tus letras y tus líneas hasta que terminen en un final que no quiero que llegue por no volver a caer sobre mi vacía realidad. El tuyo, darme mi adicción, mi droga, mis palabras, renglones, frases e historias. Mi pasión diaria que tiñe de sentido mi áspero sendero.
Quiero que tus personajes me enamoren, que tus historias me cautiven. Quiero que tu suspense me mantenga en vilo noches enteras, en las que una pequeña linterna es el túnel hacia el mundo que compartes.
Escritora, escritor. Tú eres mi pasión y mi salvación. A ti te debo mi tiempo.
Y, a cambio, no quiero que me dejes de hipnotizar con la sintonía que me traen tus letras, tus palabras, tus frases, tus párrafos.
Tus historias.

Feliz día del libro, escritora, escritor.

jueves, 2 de abril de 2015

La laguna

El caballo, sediento, se acercó a la laguna.
El jinete, impaciente, bajó de la montura.

Acariciaban los rayos el agua con dulzura.
Plateada, blanca, brillante se alzaba la Luna.

Un destello de plata llamó su atención.
El jinete sintió como se paró su corazón.

Dama de cabellos negros y piel albina.
Y unos profundos ojos con pasión le miran.

De las cristalinas aguas salía aquella criatura.
Y su desnudo cuerpo la Luna acariciaba con ternura.

Sabía el joven que aquello era un engaño.
Aunque se preguntó cómo algo tan bello le haría daño.

Se adentró en las aguas paso por paso.
Y pronto se dejó fundir en un cálido abrazo.

Una a una sus prendas desaparecieron.
Y juntos, desnudos, en las aguas se sumergieron.

Cuenta la leyenda que aquella bruja hermosa
cautivaba a los hombres con promesas deshonrosas.

Sin embargo, según dicen, no volvió a salir.
Y todos se preguntaban dónde pudo ir.

Te narro lo ocurrido, querido lector.
Tanto ella como él habían encontrado el amor.

Porque en las aguas de la Laguna ambos se sumergieron
y en amor y pasión juntos desaparecieron.