Música

martes, 22 de diciembre de 2015

Juventud perdida

Nuestra vida depende de una moneda, una tirada. Del azar más macabro jugado por el jocoso destino. Nuestros primeros pasos serán cosa de la suerte y sus consecuencias. Y en ocasiones... en ocasiones la maldita moneda cae al revés.

Miramos con desdén desde nuestra aparente madurez. La desconfianza es nuestro escudo, la indiferencia nuestra máscara. Una máscara sonriente que oculta nuestro abierto corazón cuyos pedazos han sido desgarrados sin piedad por la desdicha y la maldad.

Parecemos fuertes, insuperables. Parece que ya lo hemos olvidado. Hacemos pensar que es cosa de los recuerdos perdidos algo que en realidad supura de cada cicatriz con una presión casi incontenible.

Sufrimos envidia, envidia destructiva. Envidia de aquellos niños que ríen, que su juventud afianzan, abrazan y disfrutan. Y nosotros la miramos y la tememos. La queremos olvidar.

¿Por qué?
¿Por qué tuvimos que perderla?
¿Por qué esos recuerdos que buscamos sólo nos acongojan y acuchillan?
¿Por qué nosotros?
¿Por qué...?

Os mostramos falsedad. Lo sentimos. Es miedo lo que tenemos. La cara que creéis ver en nuestros rostros no es sino papel, cartón, paja dibujada y moldeada. Una obra maestra de una creatividad cuyo pago ha sido un mal pasado y noches de llantos silenciosos.

Nuestro brillo en los ojos es neblina, cortina traslúcida que muchos dais por hecho, que omitís por completo. Dos pozos se agazapan tras ella, oscuros y hambrientos, con ganas de engullirnos en un vórtice de ínfima autoestima y complejos incurables.

Cuando nos miramos, nos descubrimos. Reconocemos la careta del pasado oscuro y deprimente. Una mirada nos basta, un brillo de complicidad. Una pregunta que nos transmitimos con nuestros ojos.
"¿Por qué a nosotros?"

Jamás lo hemos superado y dudamos conseguirlo. Duele cuando la gente grita recuerdos felices, cuando ríen con juventudes divertidas y despreocupadas mientras nosotros ocultamos el cofre oxidado que hemos decidido cerrar con llave.

Si miras tras nuestra careta, verás un vacío. Un vacío perteneciente a un tiempo que no tuvimos, que alguien nos arrebató con desprecio e intolerancia.

El vacío de la juventud perdida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario