Música

domingo, 19 de enero de 2014

No dirijas el sentimiento...

¿Por qué hemos de clasificarnos? ¿Por qué hemos de agruparnos?
¿Cuándo decidimos ponerle nombre a los gustos? ¿Cuándo decidimos desprestigiar y segregar el amor?
Siempre queremos ponerle nombre a nuestra forma de amar, de poseernos, de querernos... Pero me parece algo injusto, nimio y material, algo que sólo ayuda a tratarnos de forma distinta según a qué grupo pertenezcamos.
Pero yo no pienso así. No pienso que debamos poner límites, no pienso que debamos tener fronteras para esto... Para el amor, para amar, para querer...
No hay homosexuales ni heterosexuales, hay personas que aman más a unos que a otros, pero aman, al fin y al cabo. Todos nos vemos atraídos por todos, en mayor o en menor medida. Decidir cuándo se está en un lado u otro de esa línea es un error. ¡No hay definición fija! ¡Nadie se encuentra en los extremos!
¿Quién decide, además, qué es natural y qué no? ¿Tú? Me río de tu ignorancia, pues deberías observar mejor la naturaleza para poder opinar sobre lo "antinatural"... ¿Lo decide tu código, al que tienes la osadía de llamar "moral"? Entonces me temo que te equivocaste de camino; no es aceptado, no es correcto seguir un código que intenta diferenciar el amor, que intenta darle un deber, una razón, unas directrices.
¿En serio quieres controlar ese sentimiento incontrolable? ¿Quieres decidir de quién te enamoras, de qué forma, de qué preferencias?
Maldita sea, ¡no te frenes! ¡No temas, no tengas miedo! El amor es lo mejor que la humanidad tiene y ¡lo estáis censurando! ¡¿Por qué?!
Podría deciros que es más fácil odiar que amar, pero... No, el problema no es la facilidad del sentimiento, el problema es el miedo que tenéis a reflejarlo...
Me dan lástima esas personas que encierran el amor en su interior por miedo a sacarlo, que prefieren odiar... No entiendo qué sentido en la vida podríais tener si no amáis...
Tenéis que probarlo. Os gustará...